miércoles, 14 de marzo de 2012

ITAEWON, WESTERNLAND EN SEUL



Daniel en el salón de casa

Tras estar un par de semanas en un hostel, y otro par en la casa de una amiga coreana llamada Sophia, cerca de la parada de metro Dangsan me mudé a Itaewon. El tiempo que pasé en Dangsan fue gracioso: dormía en un colchón en el suelo y no había agua corriente en el interior, así que con una manguera me duchaba en el patio…En fin, toda una experiencia, pero tras estos pintorescos episodios las cosas empezaron a irme mejor. Al fin, a través de una página en internet, encontré apartamento en Noksapyeong (justo al lado del distrito de Itaewon) con un canadiense, Daniel, y un finlandés, Jere. Teníamos una muy buena relación, pues todos nosotros éramos bastante informales, simpáticos, despreocupados y expatriados.
En cuanto a la casa donde empecé a vivir era la típica coreana: suelo amaderado, con sistema de calefacción ondol bajo el suelo, su pequeña entrada donde abandonar los zapatos, etc. Noksapyeong se sitúa en lo alto de una colina, por ello se podía disfrutar desde mi casa de unas vistas espléndidas a la Torre Namsam. Pegada a mi nueva morada, se encontraba un HMart, una tienda abierta 24 horas donde solía comprar mi soju, cerveza Max, y hamburguesas precocinadas…En fin mi dieta no mejoró mucho en esta época.

Entrada para dejar calzado
Abordando el tema de mi distrito, Itaewon es conocido como el distrito de expatriados en la capital de Corea del Sur, Seúl. En el distrito de Itaewon se puede encontrar la base militar americana, lo que ha propiciado el desarrollo de numerosos servicios para satisfacerlos a su alrededor. Si a ello, sumamos la gran cantidad de profesores de idiomas que se “apiñan” en estos lares, cadenas internacionales de comida rápida, los clubs y pubs western style es fácil entender idoneidad de este lugar para que se concentre una gran parte de la población extranjera (de ello se deriva que no aprendiese mucho coreano el tiempo que residí en esta zona). La calle principal de Itaewon te saluda en su entrada con un cartel en ingles, y una vez dentro encontrarás casas de cambio de divisas, McDonalds, KFC, Burger King, Inmobiliarias con servicio en inglés, muchísimas tiendas de trajes, puestos ambulantes de ropa por todo la calle y de comida en la noche. En cuanto a los peatones que la transitan ¿Qué decir? Una vez tu pie se plante en esta calle, olvidarás estar en un país asiático; en la calle podrás encontrar gente de todas las partes del mundo: de Africa, chinos, canadienses, americanos, europeos… Es oportuno que te diga que este lugar no disfruta de muy buena reputación en boca de los coreanos más conservadores, y en parte tenían bastante razón, calificativos como: peligroso, violaciones a chicas coreanas, peleas de extranjeros borrachos, droga, prostitución… Sin embargo, yo tuve la suerte de no verme mezclado en muchos problemas el tiempo que me presté en esta zona. Además, conocí una chica coreana muy simpática, Luna, la cual me presentó el barrio y hablaba castellano “made in Salamanca”, ella vivía cerca de mi casa. Su casa se encontraba en uno de esas callejuelas ocultas en el laberinto de calles y casas que formaba el barrio de Noksapyeong (el barrio vecino a Hongdae).

Calle principal de Itaewon















Estoy convencido de que el que vive en Corea y sólo merodea o pasea en Itaewon se pierde muchos lugares interesantes de Corea, pero también pienso que es “un imprescindible” visitar y salir de fiesta por esta zona con el fin de conocer un poco Seul.
En cuanto a la vida nocturna, yo aluciné un poco, mucho alcohol, mucha fiesta, y muchas chicas coreanas que salen a ciertos lugares en la noche para tener un encuentro apasionado con un extranjero (o con varios). El caso es que había todo tipo de clubs y restaurantes, pues en esta calle encontrarás incluso un club de salsa con ambiente puro latino.
Siguiendo con los clubs recomiendo a todo aquel que quiera una buena fusión de ambiente westernized mezclado con estilo coreano que visite en Itaewon: Baby Guinness, Helios, Geckos, etc. Concerniente a horarios ¡¡¿¿Qué horarios??!! Yo salía martes (a veces), miércoles, jueves, viernes y sábados.

Por otra parte, en estas fechas, encontré además una cafetería al lado de Ewha University donde empecé a aprender coreano de una chica que quería aprender español, además encontré trabajo en Hopyeondong (a una hora de Seul en bus desde la estación de Jamsil) como profesor de inglés.

Por fin, todo parecía estabilizarse a mi alrededor económica, emocional y mentalmente. Adicionalmente, a través de Daniel y, especialmente, de Jere comencé mis primeras andanzas en cuanto al entendimiento de la cultura coreana, sus festividades, costumbres, comida…

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