martes, 28 de mayo de 2013

Repaso general de mis últimos años de viajes

Ha llovido bastante en suelo londinense y se ha depositado abundante polvo en los relieves de los edificios cairotas desde que preste, por última vez, mi tiempo y mis pensamientos a este olvidado blog. Tras el rencuentro de mi amiga Ana y unas palabras homenajeando mi antigua y poco fructífera labor, me dispongo a remprender la tarea de ordenar y postumar mis pensamientos en "papel digital". No obstante, voy a pasar página a Corea, Francia, Islandia y Egipto (por cierto de esta ultima podéis consultar mi blog en la web: www.touregypt.es) para centrarme en épocas presentes con el objetivo de acompasar y sincronizar mis experiencias con un país el cual no se aleje de mi en la densa y borrosa arena del tiempo.

Consecuentemente, y para despedir a todos estos compañeros de viajes constantes por periodos entre 6 meses y 1 año, he optado por configurar una lista de palabras-clave asociadas a cada uno de estos "compañeros" sin orden ninguno y con el único objetivo de provocar a golpe de vista la parte más intuitiva y primitiva de mi memoria; aquella vinculada a palabras al azar las cuales van cargadas de profundo significado y valor en mis últimos años, sin desprestigiar en absoluto el esfuerzo de otras. He aquí mis cuatro compañeros y sus respectivas palabras-clave:

Corea del Sur: Incheon airport, Silmido Island, Korean University y sus parques, T-money, tabaco mentolado, Kimchi, Bibimbab, Kimbab, Kimchi Chigue, Hongdae, Sinchon, Noksapyeong, Itaewon, Namsan Tower, mi hakwon en Hopyeondong, la gran anchura del Hang Gang, ajummas haciendo deporte por la mañana por las calles de Seul, Soju, mi inolvidable Eun Soon, la amabilidad de Luis en mis momentos down, el sentido del humor y vitalidad de Nic Ingham, el bar de Pakito en Hongdae y la minúscula comunidad española, Bakha Satang, Soju en noches de verano en el parque de Hongdae, el mercado de Dongdaemun y sus productos textiles, la plaza de Gwanghamun con I-Sunsin y Sejong saludándome, la inmensa librería Kyobo, Isla de Nami con Eun Soon, un paseo y un té en Insadong, comer carne de perro o sanakji, noches salvajes con Jere y, posteriormente, mis amigos canadienses, noches de insomnio, Noraebang, Palacio de Gyeonbokgung, el escritor Yi-Mun Yol, el cantante Kim Kwang Seok, mi descarado y divertido amigo japones Junichi, vivir en un Gosiwon, la amabilidad de Seung-Kyu, noches de desfase en Bar Fly y Mike´s Cabin, mi womanizer amigo Sul Ki Kim, puestos de comida callejera con dokboki, mi viaje a China, disfrutar de Sangyomsal tras salir de trabajar en algun restaurante de Sinchon, Ewha University y mi intercambio coreano-español, mis noches en Gangnam, luces de neon, la sensualidad de Izumi, la soledad en la noche, la triste vez que vi a Eun Soon por ultima vez, la antigua de Ciudad de Gyeongju con Joel, visita a Gwangju con Seung-kyu, participar en serio coreana y conocer Busan, Hanbok, Sueño de las Nueve Nubes, Hangeul, el infatigable fumador paternal Pyo Kwon en los pasillos del Goshiwon, la mentalidad confucionista, el civismo coreano, la cuasi-ausencia de criminalidad, la tristeza interior del pueblo coreano, el sentimiento de ser un extranjero en Asia, la eficiencia del metro, Loteria (una copia de Mcdonalds), Lotte World, Jimjilbang 24 horas, Kas y Max beers, la obsesión por la educación, MB2, TinPan, aprender coreano en Korea Fundation en City Hall y el último día antes de volver a Europa.

Francia: Rencontrarme con Alex en su apartamento tras llegar del trabajo, primera noche de botellon en el apartamento à côté del puente Strasbourg Saint-Dennis, mi semanita en Noisy Le-Grand (en la banlieu) en la casa de Alex, mi primer paseo por el Sena y la Torre Eiffel, los Campos de Marte, la ausencia de la vida seulita en mi corazón, Kebabs por doquier, Noche de paseo por Oberkampf con Alex para enseñarme los alrededores, hacer café por la mañana, tomar mucho vino, rencontrarme por las calles de Le Marais con mi vieja amiga franco-coreana, paseo por Rue Sebastopol hasta Quartier Latin para tomar una botella de vino en la plaza de la Sorbonne con Emmnl Ch, mi apartamiendo con Michael y Lea en Barbès, les vélos por toda la ciudad, pont des arts y botellón, Republique, Alimentation Générale, concierto en la Bastille, Rue Moufftard, mi primer día de universidad en la Sorbonne, mis clases de informática, noches de fiesta en apartamento con amigas de Lea (devoradoras de pollo a la coca cola), mi dulce y querida Sanho, el festival de la música y acabar tirado en la plaza de la Fontaine Saint-Michel cantando hasta el día siguiente, el día de la toma de la Bastilla, el olor del metro, el tabaco de contrabando en Barbès, la visita de mi prima y la visita del Louvre, la visita de mis padres, la visita de Elli, mi experiencia de couchsurfing, conocer a Sonia, salir de fiesta con Ana por Montmartre, Bar Rendez-vous des amis, El Montmartre, Gainsbourg, las constantes huelgas, el gusto por la literaruta ( Papillon, Peau de Chagrin, Le Rouge et le Noir, Madame Bovary...), Navidades con Sanho en Lille, Visita a Rennes y Strasbourg, trabajar en Hostel Le-Montclair, conocer a Felipe y pasar las noches con él en la recepción, Jardin de Luxembourg, clases de Tango, mis fiestas brasileñas y Timbo, conocer a Jhon Arthur y pasar un cumpleaños inolvidable con él, rencontrar a mi excompañero de Corea Robin, Oberkampf, el artista escultor Rodin, mis examenes en la Sorbonne,
Belleville y mis últimos días deambulando por las calles de Paris.

Islandia: La impresión de aislamiento y vacío al llegar al aeropuerto de Keflavik, tomar el autobus hasta Reykjavik atravesando paisajes lunares y rocosos, la escasez de vegetación y la ausencia de árboles, llegar a KEX Hostel y ver el mar junto a él, la calle Laugavegur, pylsur, cerveza Skull, Café Paris, primera noche de fiesta con gente del Hostel, beber cervezas en pub a las 3 de la mañana en verano y que el Sol te dé en la cara, trabajar en Selfoss por algo más de un mes en un hotel-granja como cocinero, conocer a Sixto y Elizabeth, irme de fiesta con las alemanas de mi trabajo a Reykjavik y terminar cocido, visitar Blue Lagoon y usar el potingue, disfrutar del sosiego y tranquilidad de Selfoss, el olor puro del aire, los supermercados Bonus, los precios elevados de la comida, Vrennivinn, carne de tiburón fermentada, los caballos islandeses en la granja, los policías no llevan pistola, la seguridad del país, el racismo contra los polacos, Straeto buses, BSI, conocer el pasado vikingo de Islandia (Erik el Rojo, Leif Eriksson, Ingólfur Arnarsson, Snorri, Halldor Laxness, etc.), el festival de música Airwaves, música en vivo por doquier, el talento artístico de los islandeses, el gusto por la rima, las piscinas de agua termal por doquier y a cualquier hora, mi relación con Elizabeth, su apartamento al lado de la Universidad de Reykjavik, comer Puffins, the Nuddle Place, la iglesia de Reykjavik, comer cabeza de obeja, Bonus, Hafnafjordur, Hresso, Prikit, Bakkus, Emma of Valdi para estudiar literatura francesa y algo de Islandia, Gulfoss, Geysir, Hraunfossar, Conocer a Olif y tomar vino en las vacias noches de invierno, hacer el Lopapeysa mi amigo inseparable, tomar extracto de malta frecuentemente, Lisi, zingvellir, Perlan y su Museo, los 13 duendes de Navidad islandeses, trabajar en Höfnin como ayudante de cocina, los inviernos largos y oscuros, la generosidad de Andri, las tiendas de bebidas alcohólicas de Vinbüz y su monopolio, Esja Mountain, Tjorn Lake, ballenas, la belleza de las islandesas, la dificulta de viajar por el país en invierno, Vatnajokull, el gran consumo de café, el parlamento, la proximidad de los islandeses remontándonos a clanes, Oliver Pub, los escoceses que vivían por allí, estancarse el coche de Elisabeth en la nieve, las pinzas para el motor, pasar las navidades practicamente sólo salvo por alguna compañía puntual y decir tristemente "adios" a Elisabeth en el aeropuerto, justo antes de partir.

Egipto:  mi atónita cara al llegar al eropuerto y pillar un taxi que me llevo a mi futura casa por un muy amistoso conductor egipcio y mi útil compañero Radwan, el tráfico, el ritmo frenético del Cairo, el orden intuitivo en la aparente capital egipcia, conocer al Boab, vivir en un ático con un patio enorme, conocer a Mike y hacerme compañero inseparable de él por los primeros seis meses, comer en casa de Radwan, conocer a su familia y amigos, visitar las pirámides en galabeya, comer mashi, Koshari, arroz con pollo, pescado fresco y hecho en el momento en los puestos callejeros, ful ta´ameya, la oficina al lado de casa, conocer mis jefes Karim y Ahmed, Gergo, Alessandra, Ola, Martino, Abdel Fatah, Eman, Marie, la tierna y querida Aydana, la simpatía de Alaa e ir con él a l´Aubergine, rezar en la oficina (Salat), hablar mucho de religión con Ahmed, leer el Corán cada día, descubrir la literatura egipcia (Naguib Mahfuz, Taha Hussein...), aprender árabe con Heny en la cafetería al lado de mi casa mientras tomábamos té y shisha, la simpatía y alegría de los egipcios, el ambiente político, la plaza Taharir, Jan al Jalili, el Fishawy, Medina Nasr, los microbuses y sus drogados conductores, la cerveza Sakkara, City Star, la ciudadela de Mohammed Ali, las antigüedades del señor Fathi, mi fiesta de cumpleaños con Mike, su hermana y el resto de compañeros, mi shisha como regalo, Alaa me ayudo a hacer la mudanza, quedar con Hussein para tomar un cafe con sus amigos en lugares pijitos, mi sinceridad con Ola, el Museo Egipcio, sahalab, las tiendas de zumo, mi primer viaje a Siwa con el grupo disfrutando de Oasis, la ciudad antigua y sus manantiales, acampada en el desierto y bailar y tocar música con los beduinos, bañarme en piscinas en medio del desierto, ir a la casa de mi jefe en Ain Sojna, ser explotado como profesor de Español en Cairo Club, hacer sandboarding, visita de Junichi increible, irme a vivir a Dokki con Abdu y Siso, hablar de religión con ellos siempre, vivir sin un baño decente, condiciones pobres, ir al Centro Cervantes a estudiar árabe siempre, conocer a Yuri en cafeteria Cilantro, irme con Lea de fiesta al Jazz Club y recorrer las calles del Cairo con ella, el parque Al-Azhar, pasar mucho tiempo con Yuri, ir con ella a Alexandria, visitar por segunda vez Siwa con Yuri y otra pareja, mi gran depresión cuando Yuri dejó Egipto, mi desesperación ante el choque cultural, el fanatismo religioso, los coptos, Mar Gerges, Ramses market, Shubra, Maadi, Mohandessen, mi coqueteo con Soomi, la sonrisa de Jala, Cairo University, Talaat Harb, Puente de Nasr y mi vuelta al aeropuerto con Abdu despidiéndome de Egipto con gran pesar.

Tras este extenso y aburrido prefacio, me entrego a la tarea de resumir mis estancias en los países posteriores de un modo más actualizado y accesible. Este texto es la introducción a mis aventuras por la siguiente ciudad: LONDON.

sábado, 11 de agosto de 2012

TARJETA DE TRANSPORTE SEULÍTA

El sístema de transporte de Seul está perfectamente diseñado y no es caro de usar. La utilización de una tarjeta de transporte es incluso más barata que el pago del ticket en metálico. Dicha tarjeta puede ser usada tanto en autobuses como en metro, además de en el área de Gyeonggido, con la excepción de Incheon. Por lo que contando con un credito, en su tarjeta, de unos 1.000 o 1.500 wones podrás desplazarte a donde quieras, tanto en Seúl o como en el área de Gyeonggido, obteniendo en cada desplazamiento descuentos por su uso.



Puedes hacer tantas transferencias entre autobuses o lineas de metro como quieras sin tener que pagarlas, coun un límite de 30 minutos entre transferencias. Sin embargo, si la distancia entre el punto de partida y es destino comprende más de 10 kilómetros o la duración del desplazamiento sobrepasa la hora, se cargará dinero extra sobre su tarjeta. Incluso así, el extra coste será menor menor que el precio de la tarifa estandar sin descuento de trasbordo.

El mismo sistema de tarifas se aplica igualmente si usas autobuses como si usas metro. Al entrar a la estación de metro o en un autobus, simplemente pasa la tarjeta por los lectores que se encuentran en todas partes para poder pasar. Una vez más, cuando abandones el metro o el bus, pasa tu tarjeta por el lector de tarjetas. Dichas tarjetas pueden ser leidas por los lectores sin ser sacadas del bolso o la billetera, por lo que es un sistema extremadamente flexible y fácil de usar. Para el metro, una tarjeta de transporte es obligatoria para cada persona, por el contrario, en el bus, una sola tarjeta puede ser usada por dos personas. Simplemente, recuerda que tienes que escanear tu tarjeta cada vez que hagas un trasbordo igualmente.



Puedes comprar dichas tarjetas de transporte en cualquier quiosco cercano a las paradas de autobuses. Al comprar la tarjeta, es obligatorio un primer deposito de 2.000 wones que será devuelto una vez devuelvas la tarjeta más tarde. Si tu tarjeta se encuentra en numeros rojos, podrás recargarla facilmente en cualquier máquina expendedora de tickets situada en toda estación de metro, o bien en cualquier tienda 24 horas de los alrededores. Bueno, ya teneis información suficiente para moveros facilmente con la dichosa "tarjetita", suerte.

lunes, 7 de mayo de 2012

ATRAVESANDO EGIPTO: ASUÁN, ABU SIMBEL Y LUXOR

Esta post irá dedicado a describir por orden  cronológico -según mi visita- los distintos monumentos, aspectos culturales o históricos que considere oportunos. Los protagonistas de este post serán: Asuán, Abu Simbel y Luxor. Así que a continuación empiezo por mi primera ciudad:

Asuán: Situada casi a 900 km. Al Sur de El Cairo y con una gran comunidad Nubia. Desde el imperio antiguo se estableció como base militar por excelencia para evitar las incursiones Nubias y del Sudan. Además de contar con un prospero mercado de productos exóticos, Asuán cuenta con varios lugares de interés, entre ellos:

  • La presa de Asuán: tras la primera, construida por los británicos entre 1898 y 1902, se construyó esta gran presa de 3830 metros de largo y 111 metros de alto construida entre 1960 y 1971 con fondos soviéticos, a ello se debe el monumento colindante, una especie de flor de loto, que simboliza la amistad entre el pueblo egipcio y soviético. (Visita el video: “Presa y su Loto”)

  • Templo de Filé: Debido a la construcción de la gran presa, fue reubicada en la isla de Agilika, por tanto, tuvimos que llegar en barco al templo. El complejo principal de este templo es el Templo de Isis. Fue construido a finales del periodo ptolemaico y comienzos del romano, de ahí la cantidad de elementos grecorromanos. Ptolomeo XII Neo puso el primer pilono, con escenas en las que aparece matando a sus enemigos mientras es observado por Isis; Horus y Hathor. Hacia el oeste, tenemos la puerta de Adriano, con jeroglíficos que datan del año 394 a. C. Hacia el sur, el pabellón de Trajano, construcción de 14 columnas; en el norte el templo de Augusto y la puerta de Diocleciano. (Visita el video: “Con rumbo al Templo de Filé” y “Templo File y su Nilómetro”)

  • Obelisco Inacabado: Yace en una antigua cantera de granito. De haber sido completado hubiese pesado 1197 toneladas y tenido una altura de 41 metros. Se tallaron solamente tres lados hasta que se descubrió una grieta en la piedra que hizo abandonar su construcción. Además cuenta con una bella vista hacia un cementerio fatimí con cientos de tumbas datadas entre los siglos VIII y XII.

Además de estos, hay otros monumentos muy importantes: Museo Nubio, Isla Elefantina, Nilómetro, Monasterio de San Simon, etc.

Abu Simbel: excavados en un acantilado en el siglo XIII a. C., el Gran Templo de Abu Simbel y el de Hathor constituyen una visión sobrecogedora. El Gran Templo fue construido en honor de Ramses II contando con una fachada de 33 metros de altura, con cuatro colosos da Ramses II sentados en el trono que lucen las dos coronas (la del Bajo y el Alto Egipto). Por su parte, el Templo de Hathor, más pequeño que el anterior, fue construido por Ramses II en honor de su esposa favorita, Nefertari. Éste posee columnas con la cabeza de Hathor, y escenas en las que Ramsés derrota a sus enemigos. Ya que Abu Simbel se sitúa en el extremo sur de Egipto, colindante con Sudán, recomiendo encarecidamente una vista temprano, con una botella de agua y protección solar.

Luxor: Bueno que decir de ésta imponente ciudad, protagonista principal de la historia faraónica de Egipo. Se erigió sobre las ruinas de la antigua capital de Egipto durante el Imperio Nuevo (Tebas) contando con monumentales templos y los yacimientos arqueológicos más importantes del mundo. He aquí algunos ejemplos:

  • El Valle de los Reyes: Necrópolis del Imperio Nuevo con tumbas excavadas en las rocas de sus colinas pretendiendo así evitar el robo de las valiosas posesiones que acompañarían en la otra vida al difunto, aunque no dio resultado. Sin embargo, permanecen los corredores y cámaras funerarias con los relatos simbólicos del viaje de los muertos al inframundo y con las pinturas rituales que ayudarían a los faraones en el más allá. Sus tumbas más sobresalientes son: las de Tutmosis III, Seti I, Ramsés VI, Tutankamón y otros.

  • Templo de Hatshepsut: Fue diseñado por Senenmut, arquitecto de la reina Hatshepsut, de la dinastía XVIII, y se eleva sobre el desierto en varias terrazas, al pie de una pared de roca caliza. Resultó dañado por Ramses II y sus sucesores y, más tarde, los cristianos lo convirtieron en monasterio. Junto a él, ruinas del templo Mentuhotep II y del templo Tutmosis III.

  • Colosos de Memnón: Dos colosos sin rostro, únicos por sus vestigios e impresionantes dimensiones. Durante el imperio romano fueron conocidos gracias a su “cantar” al amanecer y visitados por Adriano. Fueron dañados por un temblor de tierra en el año 27 a. C. (de ahí su canto) En el año 199 d. C. fueron reparados por el emperador Septimio Severo cesando de este modos sus cantos.

  • Templo de Karnak: dedicado al rey de los dioses, Amón, con sus interminables patios, salas, colosos y su lago sagrado. Sus comienzos se remontan a la dinastía XI, llegando a trabajar en él unos 80000 hombres; yació enterrado durante 1000 años hasta que, a mediados del siglo XIX, comenzaron las obras de excavación.  Cuenta con un imponente coloso de Ramses II, La sala hipóstila (compuesta de 134 columnas gigantes), el Templo de la Gran Fiesta, el Lago Sagrado (donde se purificaban los sacerdotes antes de los rituales), el Jardín Botánico, etc.

  • Templo de Luxor: Elegante ejemplo de arquitectura faraónica dedicado a Amón, Mut y Jonsu se completó con el reinado de Amenofis III y cuenta con añadidos efectuados por Ramsés II, aunque fue modificado luego por Alejandro Magno. En su interior se sitúa la mezquita de Abu al Haggag (cuya altura da una idea de hasta donde cubrían la tierra y los desechos el templo). En la entrada hay un gran pilono decorado con escenas de la victoria de Ramsés II sobre los hititas en la batalla de Qadesh. Dos enormes colosos sedentes de Ramsés y un obelisco de granito de 25 metros; el otro obelisco se encuentra en la Plaza de la Concordia de Paris como regalo de Mohamed Alí a Francia. Cuenta con las estatuas gigantes de Ramsés II, que guardan la entrada principal, la sala hipóstila con sus 32 columnas, la capilla de Ofrendas, la sala de los nacimientos y, al final, la estatua dorada de Amón.

En fin, espero que mis datos les hayan dotado de una idea general de lo que se puede esperar en dichas ciudades; ciudades-símbolo en el Valle del Nilo.

jueves, 29 de marzo de 2012

DESDE SELFOSS A BLUE LAGOON

Vista alrededor de Vatnshol
Desde mediados de Julio del 2011, aunque los rayos del Sol se solían empeñar en despertarme en una hora poco oportuna como las 4 de la mañana aproximadamente, pero mi indiferencia superaba con creces la fuerza de los rayos solares. Durante estos días, mi horas de existencia se dividían entre los fogones de la cocina del hotel, y mi próxima habitación de unos 10 metros cuadrados, todo ello surrounded en un paraje virgen y natural, en el que imperaba una total sensación de aislamiento y un total sentimiento de paz. Conmigo trabajaban un chico chileno en la cocina; una chica suiza y otra alemana en la limpieza general; y un seños polaco en el mantenimiento general de las instalaciones. Me levantaba con viento fresco y el ruido del silencio, a partir de las 11 de la mañana aproximadamente, y ensimismado en mis superficiales pensamientos; aquellos que a menudo se nos presentan como “importantes” en la irrelevancia de nuestra existencia…En todo caso, el pasar muchas horas en la cocina en solitario (ya que el chico chileno partió a Irlanda tras un mes) me ayudaba sobremanera a relajarme. Las primeras horas se basaban en la preparación de todo tipo de sopas, carne, ensaladas, patata normal y dulce, además de postres (chocolate fondant, compota, etc.), afortunadamente, y de modo paralelo a mi trabajo, intentaba desarrollar mis principios generales de cocina mediante diversos libros de cocina. Un hecho curioso es la abundante cantidad de tazas de café que bebía durante el día; y es que en Islandia se bebe mucho, pero que mucho café. De hecho, el café es tan importante que lo encuentras gratuitamente en bancos, hospitales, tiendas, etc. Cualquier lar de Islandia (especialmente Reykjavik cuenta con numerosas cafeterías y cafés d eliciosos)
Con mis amigos en Vatnsholt
En cuanto a la localización de mi lugar de trabajo, Vatnsholt, se encontraba a unos kilómetros de Selfoss, el nucleo “urbano” más próximo. Urbano, urbano…hahaha, vereís; Selfoss una “ciudad” de unos 6.000 habitantes a unos 50 km. De Reykjavik, una ciudad por la que pasó Ingolfur Arnarsson, el primer habitante de Islandia alrededor del siglo nueve.

Selfoss
He aquí una breve descripción: Selfoss, tras cruzar el río Ölusá, se nos presenta humildemente con una pequeña iglesia a la derecha. Llegamos a una gran rotonda, con un restaurante Subway y una tienda de perritos calientes dándonos la bienvenida; desde ahí, seguimos una gran avenida, que es la calle principal, con un gran centro comercial al principio, seguida de algunos bancos parques, una gasolinera, y alguna heladería…y por supuesto, también podemos encontrar cerca la piscina, la piscina a estilo islandés que todo rincón del país que se precie posee. Si tomamos la otra avenida, partiendo desde la rotonda anterior, llegamos en seguida a un club: el Club 800, con muy ambiente el viernes y sábado noche. Desde allí, se puede llegar fácilmente a Reykjavik a través de los autobuses que parten desde la parada de autobús situada a la entrada de la ciudad, o a desde aquella junto a la gasolinera. Un hecho curioso que descubrí tras unos meses es la reputación de la que gozan los habitantes de Selfoss: superficiales, quemados por los rayos UVA, cabezas huecas, esclavos de gimnasio…pero bueno aquí cada lugar tiene un fama…Por cierto, se suelen hacer chistes con la gente de Hafnafjördur muy a menudo.

De todos modos, los islandeses me parecen gente muy sincera, sencilla, humilde, tranquila, adoradora de su país y de los paisajes de su país, y con alma de artista en muchos de ellos; y siempre rodeados de un cierto aire melancólico emanado de sus oscuros inviernos, su triste historia, y su frialdad momentánea; desaparecida con dos cervezas en Laugavegur.

Retomando el tema de mi entorno de trabajo, fue justamente  con mi compañera alemana y suiza que decidí irme un fin de semana de fiesta por Reykjavik, en uno de esos fines de semana de Agosto donde la calle Laugavegur estaba repleta de gente caminando por todas partes, incluyendo por la calzada; turistas, estudiantes, artistas, borrachos, y más se reunían en estas calles donde poco importaba para los islandeses éstas etiquetas. Recuerdo caminar con ellas, conocer un artista callejero polaco, cantar con él y bailar con las chicas en mitad de la calle…claro que yo ya iba un poco borracho. Tras ello, más cerveza y conversaciones “express”, con algún coqueteo espontáneo, en bares como Hresso, y tras ello, Bakkus, vuelta a dormir y, al día siguiente…..Blue Lagoon, un balneario geotérmico increíble, atracción sobresaliente en este pedazo de isla perdida. Este spa se sitúa en Grindavik, al suroeste del país y cerca del aeropuerto, por lo que nos encontrábamos antes de llegar en un paisaje “lunar”, esto era, prácticamente ausencia de vegetación, y rocas grisáceas por doquier. El precio de la entrada para extranjeros era de aproximadamente unos 20 euros, y se llegaba a las instalaciones a través de un corto paseo de madera. Bien, una vez dentro, la vista del color de sus aguas cargadas de sílice y sulfuro y con color entre azul cristalino y blanco nuclear no os dejará indiferentes. La temperatura de sus aguas ronda los 39 grados, y podemos beneficiarnos de un “potingue” hecho a base de este sílice y sulfuro de color blanquecino para usar como mascarilla.
Las aguas de Blue Lagoon

En fin, volvimos a Vatnsholt en coche, con la sensación de quien llega al hogar tras una larga ausencia, lo que me resultó el primer signo inequívoco de que empezaba a acostumbrarme al país y a su cultura, y de que, consecuentemente, esta isla de magma volcánico empezaba a filtrarse en mi corazón.